Nosotros en la Luna, Alice Kellen

Título: Nosotros en la Luna

Autoa: Alice Kellen

Género: Romance, NA

Fecha de lectura: Junio 2022

SINOPSIS

Una noche en París. Dos caminos entrelazándose.

No hay nada más eterno que un encuentro fugaz.

Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de la ciudad de la luz, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Ella vive en Londres y a veces se siente tan perdida que se ha olvidado hasta de sus propios sueños. Él es incapaz de quedarse quieto en ningún lugar y cree saber quién es. Y cada noche su amistad crece entre emails llenos de confidencias, dudas e inquietudes. Pero ¿qué ocurre cuando el paso del tiempo pone a prueba su relación? ¿Es posible colgarse de la luna junto a otra persona sin poner en riesgo el corazón?

Una historia sobre el amor, el destino y la búsqueda de uno mismo.

Porque a veces, solo hace falta mirar la luna para sentirte cerca de otra persona.

AUTORA

Alice Kellen es una escritora española de literatura romántica juvenil y adulta. Comenzó su carrera como escritora en 2013 con Llévame a cualquier lugar y ha seguido publicando hasta la actualidad, contando ya con quince libros en el mercado.

RESEÑA

Después de leer la bilogía Deja Que Ocurra, de la misma autora, no pude resistirme a hacerme con este libro, del que había leído reseñas incluso mejores, y spoiler: no exageraban. Si la autora ya me había ganado situando su anterior trabajo en Australia, que este empezara en París solo podían ser buenas señales.

Este libro, de hecho, es una novela epistolar. Cuenta la historia de Ginger y Rhys que, tras conocerse de casualidad, mantienen su amistad a través de emails durante años. A través de sus emails los vemos crecer y enfrentarse a las adversidades que se presentan en su vida. Rhys es DJ, vive sin establecerse en ninguna parte, Ginger estudia en la universidad y tiene su vida planificada tan al milímetro que ni siquiera acabar de romper con su novio de 7 años supone salir de su rutina. Tras pasar una noche juntos en París se convierten en mejores amigos, comparten ese tipo de confianza que solo puedes tener con la gente que te ve tal cual eres, y sin darse cuenta empiezan a enamorarse el uno del otro pese a no haber pasado juntos más que un puñado de momentos robados a lo largo de los años.

La profundidad de estos personajes, a los que prácticamente solo conocemos a través de sus emails, es impresionante. Rhys vive huyendo escudado en su libertad y Ginger vive encorsetada en la comodidad de su vida planificada, quizá que sean dos extremos opuestos es lo que los hace tan parecidos. Rhys disfruta de su soledad y de la vida de excesos que le proporciona su trabajo, encuentra brevemente cierta felicidad en Byron Bay, Australia, pero no dura mucho cuando su carrera se ve impulsada a un nuevo nivel. Pese a que parece una vida de ensueño es más que evidente que no es feliz. Por su parte Ginger termina la universidad y empieza a trabajar en la empresa familiar, vive encerrada en su imagen de niña complaciente y se conforma en lugar de tomar riesgos, no es feliz pero está demasiado asustada de la alternativa. Vemos como la relación se va deteriorando conforme crecen y sus vidas cada vez se alejan más, aunque ellos luchen por aferrarse.

Como me pasó en la bilogía, quizá incluso más en este libro, me faltan personajes secundarios. Si bien es cierto que una gran parte de los capítulos son sucesiones de emails, en aquellos que son narrados nos presentan a otros personajes que, pese a tener cierta importancia en las vidas de Rhys y Ginger y en el desarrollo de su historia, se quedan en la superficie y apenas nos cuentan nada de ellos. Esta falta de personajes me da una dualidad muy grande con la autora, ya que el trabajo con los personajes principales es brillante pero los secundarios dejan mucho que desear.

Esta historia sucede en muchos lugares y esa es parte de su esencia, mientras que Ginger vive en Londres y apenas se mueve de allí, Rhys va de París a Nueva York, de Byron Bay a Los Ángeles y luego a Ibiza, cada uno de estos lugares lo marca de alguna manera e influye en la relación que mantienen, mientras que Ginger es una constante Rhys cambia en cada destino y esto determina la dinámica de su relación. Este movimiento constante no implica que la ambientación sea menos clara, la autora tiene una facilidad increíble para que, sin tener que ver dónde se encuentra Rhys, puedas saberlo por su entorno. Las localizaciones son de nuevo un personaje más en esta historia, casi tan importante como nuestros protagonistas, y te lleva de lleno al estado de ánimo y el ambiente que la autora necesita de cada una.

Este libro me ha destrozado, me ha dejado vacía por dentro. Es la clásica historia de la persona correcta en el momento equivocado y lo trata de una forma tan cuidada que hay momentos en los que es imposible no romperte. El hecho de que las narraciones las hagan ambos, que veas la misma situación desde ambas perspectivas y entiendas las motivaciones y las reacciones de cada uno solo potencia este sentimiento. Hacía mucho que no lloraba tantísimo con un libro, y Nosotros en la Luna se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de mis sitios seguros.